Pero no han sido los únicos. A continuación de la noticia exponemos también otros estudios similares que se han propuesto anteriormente por geólogos y oceanógrafos en lugares más cercanos a donde indican las fuentes antiguas.
Desde el equipo de Argarica nos alegramos de que esta noticia haya saltado a las portadas de los medios de prensa y damos la enhorabuena al equipo investigador por su esfuerzo y valentía. Por fin científicos españoles reconocen que la leyenda de la Atlántida pudo tener un sustrato histórico. No un "mito" ya que, aunque hay algunas partes de tipo mitológico como las referencias a los dioses creadores, era lo normal en cualquier relato logográfico de la época y además Platón la describe en varias ocasiones como una "historia verdadera" (gri. alêthinon logon).
Ahora bién, el problema es que al no consultar las fuentes primarias, los geólogos de la Universidad de Granada, sin duda grandes profesionales en su especialidad, han cometido el error de buscar en un lugar con muy pocas opciones de ser parte de la isla desaparecida, el centro del Océano Atlántico.
Las referencias que dan el Timeo y el Critias son muy claras cuando habla de las "Columnas de Hércules" y de la región de la Gadírica que es como los griegos denominaban a la antigua Cádiz (Gadir).
Veamos a continuación la noticia original y comparemos con otros estudios geológicos y oceanográficos previos en la zona del Golfo de Cádiz donde precisamente el equipo científico del documental "El resurgir de la Atlántida" formado por 40 profesionales de distintas universidades y basándose en los estudios de Georgeos Díaz-Montexano realizó abundantes descubrimientos submarinos que podrían datar de las fechas que se indicaban en los textos griegos (entre el 11.000 y el 1500 a.C.). Os mostramos fotos exclusivas de los mismos.
Ver la noticia original:
- Rocas oceánicas dragadas del fondo del Atlántico Central con edades menores de 2-3 millones de años contienen minerales circones heredados de rocas continentales mucho más antiguas, lo que apuntaría que se trata de un fragmento de continente que ha sido desmembrado en mitad del océano
- El mineral circón puede considerarse una ‘cápsula de tiempo’ que contiene información codificada en la composición isotópica de los elementos que lo forman
Un equipo de científicos del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada (UGR), dirigidos por el Dr. Fernando Bea Barredo, explican las propiedades del circón hallado en rocas submarinas del Atlántico que podrían dar soporte al origen de la leyenda histórica o logografía de la Atlántida con las siguientes palabras:
“El mineral circón puede considerarse una ‘cápsula de tiempo’ que contiene información codificada en la composición isotópica de los elementos que lo forman. El circón puede cristalizar conteniendo cantidades apreciables de los elementos radioactivos Thorio y Uranio que se desintegran a diversos isótopos de Plomo. La proporción entre cada hijo radiogénico (los isótopos de Plomo) y su padre radiactivo (los isótopos de Thorio y Uranio) permite calcular la edad de cristalización del mineral con gran precisión. […] Adicionalmente, el circón contiene oxígeno, que es el elemento más abundante en la corteza y manto terrestres. El oxígeno tiene dos isótopos naturales de masas 16 y 18 que, debido a su gran diferencia relativa de masas, se fraccionan fácilmente uno respecto del otro. Así, las rocas continentales suelen tener más 18O que las rocas del manto.[…] En definitiva, estamos convencidos de que se trata de un fragmento de continente que ha sido desmembrado en mitad del océano Atlántico.”
Así pues, los científicos del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada han logrado determinar que esas rocas contienen un porcentaje mayor de 18O que las rocas del manto abisal submarino, el único tipo de roca que cualquier geólogo esperaría encontrar en las profundidades del Océano, y de ahí que el equipo hable de restos de al menos un micro-continente desmembrado, o de una o varias islas, tal como precisa el mismo Dr. Fernando Bea en el minuto 1:14 del vídeo editado por la UGR que podeis ver a continuación:
Vídeo divulgativo sobre esta investigación elaborado por la Oficina de Gestión de la Comunicación de la UGR
“Los análisis realizados en el laboratorio SHRIMP-IBERSIMS de la UGR han mostrado edades tan jóvenes como 600.000 años, pero no podemos descartar edades aún más jóvenes; podrían, por tanto, haber existido uno o varios micro-continentes poblados por homínidos, si tenemos en cuenta que el Homo antecessor paseaba por Europa hace 900.000 años. […] Esta edad de 600.000 años para la destrucción de los microcontinentes Atlánticos es una estimación máxima. No hay ninguna evidencia que descarte el que haya podido ocurrir en tiempos más recientes, de tal manera que la catástrofe hubiese quedado registrada en las leyendas y mitos del homo sapiens. Para ello, sería necesario encontrar rocas oceánicas recientes (menos de 10.000 años) que también contuviesen circones heredados de un continente antiguo. Esperamos que los estudios en marcha puedan despejar la incógnita”, precisan los científicos del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada.
Fotografías del equipo de geocronología que ha llevado a cabo este trabajo, dirigido por Fernando Bea y Pilar González Montero, catedráticos de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada. - canal.ugr.es
El Dr. Fernando Bea Barredo de la UGR explicando una de las rocas continentales que pertenecería a ese micro-continente o isla que se habría hundido catastróficamente en algún momento de la prehistoria humana, lo cual daría origen a la logografía (leyenda histórica) de la Atlántida - Fuente: https://youtu.be/_6gYh2KRKB8
Escenas del documental promocional del hallazgo. Universidad de Granada - canal.ugr.es / Fuente: https://youtu.be/_6gYh2KRKB8
Oceanógrafos y geólogos rusos también han sostenido la existencia de al menos una gran isla, más cerca de Gibraltar, que habría existido hasta hace unos 12 000 o 10 000 años
Desde la década de los 40 del pasado siglo, varios científicos rusos de gran autoridad en sus especialidades como geólogos y oceanógrafos como la Dra. Maria Vasilyevna Klenova, autora de algunos reputados libros sobre geología marina, y el destacado químico Dr. Nikolai Feodosevich Zhirov, entre otros muchos, en base a ciertos hallazgos geomorfológicos y petrológicos submarinos en varios puntos del Atlántico, incluso más cercanos a Gibraltar, han estado defendiendo que la leyenda sobre la Atlántida, desde el punto de vista geológico, partía de una base real y que ciertamente pudieron existir varias islas, o cuando menos dos importantes islas, una en algún punto cercano a las Azores y otra entre las islas Madeira y el Golfo de Cádiz. El hundimiento (sin duda alguna catastrófico) de estas islas, o cuando menos de la más cercana a Gibraltar, sería la que realmente daría origen a la logografía (leyenda histórica) de la Atlántida.
Las investigaciones de Georgeos Díaz-Montexano y el equipo de National Geographic ('Atlantis Rising Project') junto con científicos contratados por James Cameron han estado investigando estas posibilidades, en una primera fase desde el punto de vista arqueológico y epigráfico (inscripciones y “Arte Rupestre”) dadas a conocer de manera muy resumida en el documental ‘Atlantis Rising’ (que ya ha acumulado más de 500 millones de audiencia global mundial), y en una segunda fase (prevista para un segundo episodio) más centrada ya en las evidencias oceanográficas, geológicas y petrológicas, de las que obviamente formarán parte no solo los hallazgos de los científicos rusos, sino también estos hallazgos recientes del equipo del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada.
En el equipo investigador de 'Atlantis Rising' destacamos las figuras del prestigioso arqueólogo subacuático y director de la investigación submarina Dr. Ralph K. Pedersen; el arqueólogo Dr. Richard Freund, que ha dirigido más 27 excavaciones en España, Europa e Israel y tiene 12 libros y más de 100 artículos académicos publicados; el oceanógrafo Bill Lange, director del 'WHOI’s Advanced Imaging and Visualization Lab (AIVL)', conocido por el documental de James Cameron sobre el Titanic y así hasta un total de 40 expertos que formaban el grupo de investigación multidisciplinar.
Científicos rusos que estudiaron la geología submarina atlántica - Cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
En 2013 Díaz-Montexano publicó en su perfil de facebook lo siguiente:
“Sobre la verificación de pruebas científicas de la Atlántida en tierra y bajo el mar. Finalmente ya tengo pruebas científicas de una gran catástrofe de tipo tsunámica que afectó las costas Atlánticas de Andalucía. Esta enorme catástrofe podría haberse originado por el hundimiento repentino de una isla justo delante de Iberia y Marruecos, la cual tendría un tamaño como mínimo similar al de Portugal, puede que algo más grande. Tal isla estaría situada justo donde Platón indica que tenía su comienzo, delante de las Columnas de Hércules, comenzando en el Golfo de Cádiz, pero que pudo haberse extendido hasta las Madeira, por el Oeste, y hasta muy cerca de Canarias, por el sur. Las evidencias que tengo no dejan lugar a dudas. Desde toneladas de sedimentos de tierra (que habría estado emergida en el pasado), ahora a cientos de metros (bajo el mar), tipos de suelos y de formaciones costeras, de paisajes de playas tales como dunas, arenas, corales, etc., y rocas de diferentes contextos geológicos que no son característicos de los fondos marinos, y en tierra, también he hallado huellas inequívocas (del mismo tipo de las que que usan los científicos especialistas en tsunamis para medir el impacto y energía de un tsunami), y estas pruebas que tengo, que hasta la fecha no han sido descubiertas, ni reportadas por nadie, apuntan a un gigantesco Megatsunami, o a varios, como nunca antes se ha registrado. Estas huellas en las costas coinciden con lo hallado bajo el mar, es decir, el hundimiento repentino de una gran masa de tierra (una isla) que produjo entonces varios tsunamis de alta energía o uno muy grande, un Megatsunami…” (Díaz-Montexano, Georgeos, martes, 25 de junio de 2013 a la(s) 20:41 UTC+02, facebook).
Algunas de tales evidencias han sido comentadas en otros escritos, pero la mayoría forman parte del libro ‘La Atlántida y la geología marina. La opinión de los expertos. Datos y pruebas científicas sobre su posible existencia.’ (SAIS, 2022) que el autor espera ya poder publicar este mismo año.
Área geográfica, con detalle del fondo oceánico y montes submarinos, propuesta por Georgeos Díaz-Montexano como el lugar descrito por Platón para el emplazamiento de el archipiélago de Atlantis, según los apuntes que su tío-pentabuelo Solón había tomado de los sacerdotes egipcios. - Cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
Reconstrucción paleogeográfica de una de las hipótesis interpretativas del autor sobre el aspecto, localización y dimensión que pudo haber tenido la Atlántida, según lo que claramente (sin tergiversación alguna), tal cual se describe en el Timeo y el Critias de Platón, entre otras fuentes primarias antiguas, incluso ajenas a la tradición platónica. - Cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
Recordemos cómo el epigrafista Georgeos Díaz-Montexano, Historical Scientific Atlantology Adviser for James Cameron & National Geographic, ha logrado hallar numerosos mapas egipcios (todo el catalogo publicado en varios de sus libros: https://amzn.to/3KNsibj) donde se representa una isla delante de un estrecho marítimo en el remoto ocaso (Imn.t, Htp.t) en “el inmenso mar verdiazulado de aguas frías, cuyas dimensiones no conocía ni siquiera el mismo Osiris”, tal como reza en los mismos mapas. Una isla que es denominada en egipcio iw nTr.w, “Isla de los Dioses”, la cual aparece justo delante de un estrecho que solo podría ser el de Gibraltar, y ocupando lo que sería casi todo el espacio marítimo situado entre lo que sería Iberia y Marruecos, y Madeira por el Oeste y Canarias por el Sur, estando las mismas islas canarias justo por debajo (pero en apariencia cerca) y con los mismos nombres que le da Ptolemeo en sus mapas, pero con su significado en egipcio. Es decir, que los nombres que aparecen en griego en los mapas de Ptolemeo, son las traducciones exactas de los nombres que los egipcios daban a esas islas en estos mapas cuya antigüedad remontan a casi 4000 años (Dinastía XI y XII del Imperio Medio).
En la misma isla se representa en dichos mapas una ciudad acuática llamada spA-niw.t (se pronunciaría casi como Spaniu), la cual (como en el relato de Atlantis que los egipcios trasmiten a Solón) se describe como acuática o rodeada por canales o corrientes, y como la capital de Atlantis, también con una canal que desemboca en el mar por la costa meridional con una barca simbolizando que la ciudad tenía su propio puerto marítimo, como en el relato de Atlantis, y para mayor evidencia se dice en algunos de los mapas que el dios que la habitaba era el “dios de las aguas”, o sea, el mismo que Solón (como se sostiene en el Critias) traduce al griego por su equivalente, Poseidón.
Si todos estos mapas egipcios de casi 4000 años, pero que se estuvieron haciendo (copias tras copias) hasta los tiempos griegos y romanos, no están mostrando un mero invento “ex nihilum” de los egipcios, sino algo real que llegó hasta los egipcios del Imperio Medio por tradición o por contacto con pueblos occidentales, futuras evidencias científicas geológicas como las que están hallando los investigadores del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Universidad de Granada podrían confirmar entonces la existencia de dicha “Isla de los Dioses” —que Solón traduce como Isla Atlántica— en el entorno cercano al Golfo de Cádiz, y esta isla, junto con la alta civilización marítima constructora de megalitos y ciudades circulares concéntricas con fosos o canales alternados con anillos de tierra (como en la capital del Atlantis) de todo el Calcolítico Atlántico, sería pues el verdadero referente del origen de la logografía (leyenda histórica) de la Atlántida.
Portada del libro "Egipto y Atlántida" donde se recoge uno de los mapas de tradición egipcia que representa la "Isla de los dioses" (Spaniu) situada en el remoto ocaso (Occidente)
Tradición cartográfica de una "Isla Atlántica" frente a Gibraltar
La geología académica aún no ha confirmado la existencia de una isla como la de estos mapas basados en uno creado en Cartago en la Antigüedad Tardía, y que al parecer sería copia de otros fenicios y/o egipcios de hasta cuatro mil años, donde una isla más o menos con este tamaño (a veces algo más pequeña) era colocada justo entre Iberia y Marruecos, delante de Gibraltar, exactamente donde la ubica Platón, a través de los apuntes que Solón había tomado en Egipto. Un dato revelador de que estos mapas copian modelos fenicios y egipcios muy antiguos lo hallamos en el hecho de que África es representada siempre como llegando solo hasta cerca del Ecuador, y esa era justo la visión que se tenía de la Libia en tiempos anteriores a la expedición del faraón Nekao II, que con marineros fenicios contratados logra circunnavegar toda la Libia (África), partiendo del Mar Rojo, hasta entrar por las Columnas de Hércules (Gibraltar) y regresar a Egipto por el Mediterráneo.
Copias de mapas cartagineses que representan una isla delante del Estrecho de Gibraltar siguiendo la tradición egipcia - Cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
Imagen digital obtenida por sonar de barrido lateral de una enigmática estructura. Nótese en la parte superior un recinto amurallado concéntrico con cámaras internas divididas por un muro circular - Expedición 'Atlantis Rising', cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
Evidencias arqueológicas subacuáticas en el entorno Atlántico cercano al Golfo de Cádiz
Izquierda: De acuerdo a la profundidad en la que se halla la estructura, esta no pudo haber sido construida después del 8000 o el 6600 a. C., pues posterior a esas fechas ya toda esa zona fue quedando gradualmente sumergida bajo el mar, a medida que este iba ascendiendo hasta alcanzar el nivel 0 actual.
Abajo: Evidente construcción de origen humano descubierta por el legendario buzo gaditano, D. Francisco Salazar “El Pantera” a una profundidad que solo permite suponerle una misma antigüedad de más 8000 o el 6600 a. C.
Estructuras de origen antrópico encontradas por Francisco Martínez Salazar en la costa de Barbate, Cádiz - Expedición 'Atlantis Rising', cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
Sillares con extrañas perforaciones rectas o en forma de T agrupados con otros restos de posibles edificaciones (pilares o columnas), quizás de posibles estructuras portuarias, pero en profundidades que solo permiten una datación mínima de unos 6000 años, es decir, que podrían remontarse a varios miles de años más atrás en el tiempo. Foto: Miguel Aragón - Expedición 'Atlantis Rising', cortesía de Georgeos Díaz-Montexano
Arriba varias estructuras no naturales o geomorfológicas que se corresponden con posibles obras humanas. A la izquierda restos de un posible bastión y parte de una muralla o una estructura dolménica. En el centro, secuencias de rocas de un posible espigón o muelle. En esta área aparecieron en las batimetrías cientos de posibles anclas de piedra, de la cuales (por coincidir con el final de la expedición) solo se pudieron verificar siete, y algunas de ellas serían para barcos enormes. A la derecha una estructura cuadrangular que podría corresponder a posibles restos de un edificio portuario.
Estudio de la UNED confirma que en Pleistoceno hubo islas en el Golfo de Cádiz
En el estudio titulado "La hipótesis del paso del Estrecho de Gibraltar por los homínidos en el Pleistoceno inferior revisada a la luz de los nuevos datos publicados geológicos y oceanográficos", un grupo de científicos de la UNED (Eulalia García-Nos, Sergio Ripoll López y Francesc Ribot Trafí) argumentan que debido al descenso del nivel marino durante los periodos glaciales, varias islas e incluso un posible corredor terrestre habrían emergido en la zona del Estrecho de Gibraltar permitiendo el paso de los homìnidos desde África.
Batimetría con el recorte de costa en color castaño a una bajada del nivel marino de -110 m. Se puede apreciar la cantidad de tierra emergida por esta bajada glacioeustática. En la imagen se ha señalado la distancia de los tramos reducidas en el Pleistoceno inferior, que son interesantes, los islotes y la corriente entrante del Atlántico ilustrada en la flecha que va intensificando su color conforme se acerca a la zona de Tarifa. - Sergio RIPOLL LÓPEZ - Revista Atlántica-mediterránea UCA
En el mapa batimétrico detallado del estudio se detallan los accidentes que existen, siendo de especial interés tres de ellos: el Monte Seco, el Monte Tartesos y la Cresta Kmara. Del estudio de las profundidades de estos altos topográficos junto con las bajadas de los niveles marinos se sugirió en un principio, que tal vez los tres accidentes no emergieron en conjunto sino probablemente solo uno de ellos, concretamente el denominado Monte Seco. Este monte está a una profundidad actual de 85-90 m. por lo que pudo ser una isla hace unos 15.000 años. El Monte Tartesos se ubica a 155 m. de profundidad y, por último, la Cresta de Kmara, se halla a 145 m. Por otra parte el banco de Majuán o de Espartel, cerca del umbral de Camarinal tiene una altitud máxima de 56 metros bajo el nivel del mar. Se sabe que fue una isla que teóricamente desapareció bajo la superficie de las aguas hace unos 12.000 años.
Sin embargo a todo esto habría que añadir los constantes movimientos tectónicos que se registran en la zona debido al choque de la placa africana y la europea y que bien podrían elevar o hundir el lecho marino en poco tiempo si se dieran grandes terremotos (megatsunamis) como los que ya han datado los geólogos en la zona de Doñana, el último de los cuales ocurrió en la hace 4000 años, repitiéndose con menor intensidad en el 218-210 a.C. y siendo el que azotó Lisboa y toda la cornisa atlántica en 1755 otro de sus sucesores. En el caso de una isla cuya base fuese sedimentaria (creada por los sedimentos de rios como el Guadalquivir), los efectos podrían ser catastróficos.