Visita al poblado y necrópolis calcolítica de Abla. Interpretada la mayor inscripción de protoescritura ELA

Piedra de las pezuñas, Los Milanes, Abla
A continuación os mostramos el reportaje que hemos realizado en nuestra visita a la necrópolis de la Edad del Cobre de Los Milanes y al poblado del Peñón de Las Juntas en el municipio de Abla, Almería. Además os ofrecemos un estudio, fruto de la colaboración de ARGARICA con Georgeos Díaz-Montexano, en el que el experto epigrafista ha podido interpretar la mayor inscripción de tipo ELA (Escritura lineal Atlántica) hallada hasta ahora en la península y que encontramos precisamente en este lugar, la llamada "Piedra de las Pezuñas". Seguidamente enlazamos el estudio detallado que más abajo resumimos:

Abla se encuentra situado en las estribaciones de Sierra Nevada, en el valle que forma el rio Nacimiento, afluente del Andarax, teniendo al otro lado del valle la Sierra de Filabres. El célebre geógrafo Ptolomeo (s. II) en su obra Geographia (II 6, 60), la localiza (como ABVLA) en la “regio” ibérica de Bastetania. También aparece mencionada históricamente como una de las primeras ciudades hispanas cristianizadas en el siglo I, según la tradición cristiana de “Los Siete Varones Apostólicos”, cuyo evangelizador San Segundo estableció en la misma su sede episcopal. Entre su patrimonio histórico destaca un mausoleo romano del siglo II (durante el mandato de Adriano), recientemente restaurado.

El pueblo de Abla con la Sierra Nevada al fondo / Blog de ABLA en Internet - http://abla.blogia.com

Mausoleo romano del siglo II antes y después de la restauración. Se trata de una torre funeraria romana, de base cuadrada y cubierta abovedada, que comprende una parte inferior o cripta funeraria que albergaba el cuerpo del difunto y la superior o cámara ritual destinada a las ceremonias funerarias. / Blog www.elestudiodelpintor.com

Desde Abla nos dirigimos hacia la pedanía de Los Milanes que da nombre a la necrópolis calcolítica. Allí podemos contemplar las típicas construcciones basadas en el aprovechamiento de los materiales de la zona (piedras y pizarra) y cuya técnica constructiva probablemente se ha mantenido inmutable durante siglos.

Separado por la rambla del rio Nacimiento nos encontramos con los restos del poblado del peñón de Las Juntas. En ambos casos y según la información disponible estaríamos hablando del periodo antiguo y pleno de la Edad del Cobre (3200-2200 a.C.), contemporáneo con la cultura de Los Millares, aunque en esas fechas, a partir del 2200 a.C. también se produce la transición hacia el periodo argárico ya en la Edad del Bronce por lo que no podemos descartar que se reutilizaran elementos de una cultura en la siguiente.  

Es necesario recordar que estamos ante una zona arqueológica protegida por lo que toda visita debe de respetar al máximo los materiales y el entorno. Cualquier resto puede ser de enorme importancia para los estudios arqueológicos y deben permanecer en su contexto original sin ser movidos ni desenterrados.

Observamos la técnica de construcción tradicional con piedra y pizarra. Pedanía de Los Milanes, Abla

Restos cerámicos de apariencia calcolítica o argárica. Peñón de las Juntas

Entrando en detalle el informe elaborado por la Consejería de Cultura relata que "El poblado ocupa gran parte del Peñón de las Juntas, a una altura de 812 metros sobre el nivel del mar. Se ubica en una formación geomorfológica amesetada en forma de espolón rocoso, especialmente escarpado en sus frentes oeste y sur. En esencia las estructuras se realizan en piedra seca, en concreto con lajas de pizarra, que es el tipo de roca predominante en toda la zona. En la parte más elevada se observan restos de lienzos de murallas que delimitan perfectamente el área, tanto en las zonas de difícil defensa como en las más escarpadas. A lo largo de las laderas, fundamentalmente en el sector sureste se reconocen los muros pertenecientes a las viviendas

Liezo de muro elaborado con piedra seca. Peñón de las Juntas

Restos de la posible muralla defensiva. Peñón de las Juntas

Restos de la posible muralla defensiva. Peñón de las Juntas

En cuanto a la necrópolis se indica que '[...] está constituida por una agrupación de tumbas colectivas tipo tholos y se localiza en un promontorio frente al poblado, al otro lado del río [...]. Sobre el terreno se identifican fácilmente trece sepulturas, la mayoría han sido objeto de expolio, pero todavía se pueden apreciar varias intactas.' 

Por fortuna hemos consultado con el profesor Gonzalo Aranda de la Universidad de Granada y nos ha confirmado que este invierno dirigirá una campaña de excavación y consolidación del conjunto arqueológico que seguro nos deparará importantes descubrimientos y supondrá una mayor protección de un entorno tan valioso. En su estudio preliminar comenta la posible existencia de tres líneas de muralla en Las Juntas y al menos 15 sepulturas en la necrópolis de Los Milanes destacando una de ellas que conserva perfectamente la entrada original con dos lajas de pizarra en las que se ha tallado un orificio circular. En Los Millares y en el Barranquete también se conservan estructuras similares pero reconstruidas o dañadas. Por otro lado el estudio enmarca la necrópolis en un entorno más amplio como es la comarca de Las Tres Villas donde se han documentado más de 100 sepulturas o la zona de Escullar donde han aparecido ajuares de gran interés.

Sepultura tipo tholos con entrada en buen estado de conservación en forma de lajas de pizarra perforadas

Posible sepultura sin excavar con parte de la entrada conservada

Cazoletas. Necrópolis de Los Milanes

Sin embargo lo que nos causó mayor interés fueron unas extrañas inscripciones en una gran roca de pizarra que se encuentra justo en el punto medio de la necrópolis y que más tarde pudimos ver que se conoce popularmente como la "Piedra de las Pezuñas". 

Según nos relata Antonio José Ortiz Ocaña en su libro "Raices populares de Abla" (2002, pp. 157-159) existe una curiosa leyenda popular entorno a la piedra que ha llegado hasta nuestros días. Dice así:

LA LEYENDA DE LA PIEDRA “LAS PEZUÑAS”

Relata la leyenda que a mediados del siglo XIX llegaron a la aldea dos forasteros con su equipaje, montados en unos lucidos mulos interesándose por hospedaje y noticias acerca de un cementerio prehistórico. El vecindario, formado por gentes sencillas y humildes dedicadas a la agricultura y pastoreo, estaba sorprendido con la visita de tan ilustres caballeros, que vestían elegantemente con capa y cubiertos con sombrero, mientras los lugareños de esta empobrecida aldea usaban humildes vestimentas.

Un anciano se acercó, amablemente les brindó como hospedaje un establo adecentado y les acompañó a continuación a la necrópolis. Los forasteros rápidamente se lanzaron a la búsqueda de vestigios evidentes entre las sepulturas hasta que el más joven lanzó a su compañero un fuerte grito de entusiasmo por el hallazgo de una extraña inscripción.

De regreso al poblado, emocionados por tan magnífico descubrimiento, para emprender la ansiada empresa buscaron a jornaleros para formar una cuadrilla que permitiese realizar la necesaria excavación, pero cuál fue la sorpresa al constatar que los vecinos rehusaban por muy bien pagados que estuviesen ya que desde siempre se había comentado en la aldea que recaería una maldición para quien profanase las sepulturas de aquellos audaces guerreros tribales, que permanecían enterrados junto a sus familiares en aquellas cámaras funerarias cubiertas por túmulos.

Ante la negativa de los braceros atemorizados, optaron ellos mismos en acometer la excavación, se encaminaron al lugar dejando en el suelo los sombreros y las capas que vestían y comenzaron a hacer palanca para desplazar la enorme roca. Al caer la tarde todavía no habían conseguido mover la pesada piedra bajo la cual se sospechaba estaba enterrado el tesoro perteneciente a aquella civilización desaparecida. Llegó la noche y los dos personajes, se apresuraban en descubrirlo cuanto antes por temor a que les fuese arrebatado, optaron decididamente por quebrar la pesada piedra y aún proseguían en su afán, a la luz de las estrellas, aquella labor emprendida sin descanso.

Al amanecer del día siguiente, extrañado el anciano de que sus inquilinos no habían dormido en el establo donde permanecían los mulos y el equipaje, preocupado y temiendo algún percance se acercó al viejo cementerio y vio con sus ojos el peñasco partido y sólo halló los picos y demás herramientas utilizadas así como los sombreros y las capas en el suelo. Por más que los llamaba por doquier sólo se escuchaba el azote del viento en aquel paraje. Extrañado el vecindario de tan extraña ausencia se organizaron batidas por los alrededores pero nadie los vio ni se supo más de ellos.

Se cuenta que esa noche se escucharon gemidos y gritos desesperados de dos voces varoniles bajo la tierra, que provenían de aquel antiguo cementerio, como si hubieran sido enterrados vivos. Los vecinos, atemorizados porque se había cumplido la maldición anunciada, para evitar que recayese también sobre ellos grabaron a martillo y cincel varias cruces sobre esta piedra. Algunos pastores comentaban que cuando han pasado con su rebaño junto a la señalada roca han escuchado sollozos y llantos que salían debajo de ella, se han santiguado y han huido a toda prisa.

Todavía puede apreciarse en la señalada necrópolis la piedra de las pezuñas partida en dos partes y en su plana superficie epigráfica pueden observarse varias cruces grabadas junto a las extrañas y misteriosas inscripciones.

Si miramos la roca detenidamente veremos que se combinan una serie de signos la mayor parte de los cuales son cruciformes y de pequeñas líneas paralelas (los que recuerdan a pezuñas de cabra). Ante la posibilidad de que se tratara de una protoescritura consultamos a nuestro experto epigrafista Georgeos Díaz-Montexano que elaboró el siguiente estudio que a continuación os resumimos:

Para empezar Díaz-Montexano nos confirma que "[...] A través de las fotos he podido identificar un total de 31 signos de los cuales 7 son diferentes (Fig. 1). Esto le convierte en el mural epigráfico con proto-escritura prehistórica lineal del estilo de la "Escritura Lineal Atlántica" (ELA) más extenso hallado hasta la fecha. El signo más frecuente es el cruciforme. Solo uno (signo 26) presenta un aspecto similar al de una cruz latina ("cruz cristiana"), el resto son cruciformes del tipo "cruz de San Andrés" X y "cruz griega" +, signos que en la protoescritura lineal prehistórica atlántica (ELA), al igual que en los signarios líbico-bereberes (y en la mayoría de los signarios semitas) eran usados para el consonantograma /t/ o silabograna /tV2 /. Para la ejecución de los signos al parecer se combinaron al menos dos técnicas: corte o abrasión y piqueteado. Se puede apreciar que los signos parecen haber sido inscritos con un ordenamiento vertical y separados en columnas, siendo así distribuidos en cinco campos epigráficos verticales, tal como indicamos en las figuras 1 y 2."

Figura 1. Identificación de signos ELA en la Piedra de Las Pezuñas / Georgeos Díaz-Montexano

Figura 2. Signos ELA en la Piedra de Las Pezuñas sobre fotografía original / Georgeos Díaz-Montexano

En cuanto al posible orden de escritura y lectura el estudio afirma que '[...] al parecer fue de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda, como en la mayoría de los ejemplos de ELA hallados hasta la fecha en la península y la mayoría de los hallados en las regiones líbico-bereberes de África y Canarias en los sistemas líbicos y tifinaghs que hasta la fecha son los signarios más parecidos al de la proto-escritural lineal prehistórica atlántica (ELA) hallada en varios lugares de la península ibérica en contextos que van desde el Neolítico hasta finales del Calcolítico o principios del Bronce.'

De esta manera la secuencia de signos y sus valores fonéticos quedarían así:

Secuencia de signos y valores fonéticos de la Piedra de las Pezuñas / Interpretación de Georgeos Díaz-Montexano

Secuencia de signos y valores fonéticos de ELA (Escritura Lineal Atlántica) en la península ibérica recopilados desde 1994 por Georgeos Díaz-Montexano

Puestos por columnas de forma consecutiva y utilizando raices líbico-bereberes para completar las vocales (ausentes en las lenguas afrasiáticas) quedarían de esta manera:

1- T (ta) T-TL(W)T (ta-Taluit)
2- TT (tata) / MT (əmmət/mut/mə̀tta) L (il/ili) LL (lal)
3- L (il/ili) T-TRT (tatrit/ta-tarti) ÀT (àt) ṢT- (iṣat-)
4- -T (-it) / TZT (Tizit) T (ta) N-LW (ne-lawi/n-elwi)
5- L(?)Z (¿elz?)

Por tanto el texto ordenado, con un mínimo de 13 palabras, sería:

T T-TLWT TT MT L LL L T-TRT ÀT ẒDT TZT T N -LW ¿LZ? (ta ta-Taluit tata, əmmət/mut/mə̀tta il/ili lal il/ili tatrit/ta-Tarti àt iẓadit Tizit ta en ilew/lawi/elwi elz)


Interpretación literal

"(En) la necrópolis esta, ser enterrado/la muerte/morir es nacer ser/estar/existir <como/en> la estrella brillante/la (región o nación) de Tarti los hijos de la dulce/afable Tizit (La Famosa, Célebre, Renombrada), la de Lawi/Elwi (el que soporta) ¿Elz? (el que sacude)."

Inscripción líbico-bereber (tifinagh) en Marruecos / moroccoworldnews.com

Inscripción líbico-bereber (tifinagh) en Canarias, isla de Hierro / abc.com

Interpretaciones sintácticas

a) "<Quien> sea enterrado en esta necrópolis nace <para> existir <en> la Estrella Brillante <como> los hijos de la dulce Tizit (La Famosa, Célebre, Renombrada), la de Elwi (el que soporta) <y> ¿Elz? (el que sacude)."

b) "En esta necrópolis, la muerte es nacer <para> existir <en> la Estrella Brillante <como> los hijos de la dulce Tizit (La Famosa, Célebre, Renombrada), la de Elwi (el que soporta) <y> ¿Elz? (el que sacude)."

c) "<Quien> sea enterrado en esta necrópolis nace <para> existir <en> la (región, tierra o nación) de Tarte/Tarti <con> los descendientes de la dulce Tizit (La Famosa, Célebre, Renombrada), la de Elwi (el que soporta) <y> ¿Elz? (el que sacude)."

d) "En esta necrópolis, la muerte es nacer <para> existir <en> la (región, tierra o nación) de Tarte/Tarti <con> los descendientes de la dulce Tizit (La Famosa, Célebre, Renombrada), la de Elwi (el que soporta) <y> ¿Elz? (el que sacude)."

Inscripción líbico-bereber (tifinagh) en Libia / britishmuseum.comm

Inscripción líbico-bereber (tifinagh) en Libia / terraeantiquae.blogia.com

Comentario

Tras lo expuesto anteriormente el epigrafista concluye: 'La secuencia T TLT de la primera columna que propongo como una variante de T TLWT (ta Talwit) "La región o lugar del descanso/reposo/calma/paz/, de los que están en paz", y, por ende, un posible término épico y mágico-religioso para la necrópolis, podría interpretarse igualmente tal como está escrita: T TLT (ta Talat) con el significado de "Lugar del ojo (de agua), de la fuente o manantial". Podría ser que talat fuera una forma de denominar al tholo mismo, o bien al tipo de tumba con entrada a la cámara sepulcral en forma de ojo o círculo, ojo este que quizá representaría el ojo de agua de los manantiales. Si esto fuera correcto, estaríamos ante una evidencia epigráfica de un culto a las aguas primordiales que surgen de las entrañas de la tierra, como símbolo de la fuente primigenia de la que emanaría la vida. Un culto que en la antigüedad estaba asociado a la divinidad de las aguas como deidad de la fertilidad. El mismo Poseidón, por ejemplo, era tenido como dios de los manantiales, fuentes y ojos de aguas.'

Escritura ELA (Escritura Lineal Atlántica) identificada por Georgeos Díaz-Montexano en la Sierra de Montánchez, Cáceres / atlantidahistorica.com

Vasija ceremonial con escritura ELA de Los Millares transcrita e interpretada por Georgeos Díaz-Montexano / atlantidahistorica.com

'En cuanto a esa región, tierra o país de Tarte/Tarti de los hijos o descendientes de Tizit (La Famosa, Célebre, Renombrada), la de Elwi (el que soporta) <y> ¿Elz? (el que sacude), parece ser el nombre de un lugar mítico o legendario, quizá una extensión espiritual del mismo país real, del mismo modo que entre los egipcios era frecuente hallar ciudades espirituales y paradisíacas en el Más Allá, hacia el Occidente, y hasta en los cielos mismos que eran réplicas de algunas ciudades reales, como por ejemplo, una Heliópolis física en el mundo real y otra celestial en el Otro Mundo.'

'En cuanto al significado de Tizit, nombre femenino que a todas luces sería el nombre de una mujer o diosa, se corresponde exactamente con la etimología del nombre griego de Kleitós, la compañera de Poseidón en la leyenda histórico-logográfica de la Atlántida. De hecho, podría ser la forma indígena (al menos en esta región del Sur de Iberia) del nombre del mismo personaje de la citada tradición atlántica. En Critias 113e ya se advierte que los nombres griegos de los personajes descritos en la historia eran el resultado de las traducciones que Solón había hecho de los nombres de la lengua atlante, de acuerdo al significado y equivalencia de los mismos, o sea, de acuerdo a la etimología de cada nombre. Es decir, que Kleitós (Clito en transcripciones latinizadas) es la traducción de un nombre que en el idioma de aquella legendaria civilización atlántica significaba "la famosa", "la célebre", "la renombrada", pues esta es la etimología del término griego kleitós.'

Grabado rupestre del Plateau Yagour en el Alto Atlas marroquí que podría representar una isla montañosa con diez ciudades concéntricas, un posible recuerdo de la leyenda que Platón situó en las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar / Imágen publicada por el petroglifólogo Pablo Novoa

Grabado rupestre del Plateau Yagour. También Heródoto antes que Platón menciona a los 'atlantes' como uno de los pueblos libios que habitaban el Norte de África y de quienes el monte Atlas tomó su nombre. Por su parte Diodoro Sículo dedica a los 'atlantes' varios párrafos en su libro tercero de la Biblioteca.​ En ese pasaje se dice que son los más civilizados del norte de África, que moran en grandes ciudades y que entre ellos, al borde del Océano, nacieron los dioses / Fuente: Les Gravures Rupestres De Plateau Yagour (web de facebook)

'Por otra parte, el hecho de que a la dulce Tizit ("la famosa", "la célebre", "la renombrada") se la identifique como la de Elwi (el que soporta) ¿Elz? (el que sacude)", parece reforzar la hipótesis de que estemos ante otra más de las muchas pruebas indiciarias epigráficas halladas hasta la fecha que apuntan a la existencia en la Iberia calcolítica y del Bronce -mayoritariamente en Andalucía y Extremadura- de una tradición similar a la de la misma leyenda histórica o logográfica de la Atlántida, pues si resultaran correctas estas lecturas sobre Lawi/Elwi ('el que soporta o aguanta') y Elz ('el que sacude o agita'), como dos posibles nombres propios que se añaden para una mejor identificación genealógica de la misma Tizit, en ese caso tendríamos dos pruebas indiciarias más, a favor de que estamos ante un texto con evocación de una leyenda similar a la de la Atlántida, pues el nombre de Atlas, de acuerdo al citado pasaje del Critias, también es la traducción por significado y equivalencia (por etimología) del nombre original en la lengua usada en la isla atlántica.'

Petroglifo de círculos concéntricos con canal central en Laxe das Rodas, Galicia, obsérvense las pequeñas cazoletas que rodean la figura como en Marruecos. Son especialmente abundantes en toda la cornisa atlantica europea / Wikipedia

Petroglifo de círculos concéntricos con canal central en Laxe das Rodas, Galicia. Son especialmente abundantes en toda la cornisa atlantica europea / Wikipedia

Petroglifos de círculos concéntricos con canal central al Oeste y Sur de Smara, Sahara marroquí

'Atlas se etimologiza perfectamente como "el que soporta/aguanta/sostiene (un peso)". Por tanto, si Solón eligió el nombre griego de Atlas para traducir el nombre del primogénito de Kleitós y Poseidón, es porque en la lengua de aquella antigua civilización atlántica el nombre de dicho rey primogénito (como quiera que este sonara) significaba "el que soporta/aguanta/sostiene (un peso)", o sea, lo mismo que en lenguas líbico-bereberes LW (lawi/elwi) 'soportar, sufrir, padecer, aguantar, portar, llevar; liderar'. Mientras que LZ (elz), "el que sacude o agita", podría haber sido interpretado por Solón como un nombre equivalente de Poseidón, al ser este comúnmente conocido con el mismo epíteto (entre otros) de "Aquél que sacude", en alusión a su capacidad de causar terremotos, tanto los terrestres como los marítimos que generaban grandes inundaciones o tsunamis. Poseidón es "el que sacude", el dios que causa los seísmos.'

Finalmente nuestro colaborador apunta que '[...] si la interpretación correcta de la secuencia T TRT fuera la de ta-TartV, "la región o nación de Tarte o Tarti", ello implicaría considerar la posibilidad de que el territorio que hoy comprenden Almería y probablemente casi toda la Andalucía oriental, formaban parte de un antiguo reino denominado Tarte o Tarti que muy probablemente sería el mismo que más tarde (a finales de la Edad del Bronce) se concentraba ya solo entre la Andalucía occidental, el Sur de Extremadura y el Este de Portugal y que en las fuentes semitas, griegas y latinas fue documentado como Tarzi, Tarshi y Tartessos.'

Por nuestra parte queremos destacar que la escritura, ELA cuyos mejores ejemplos se encuentran en la península ibérica, estaría claramente relacionada con las escrituras líbico-bereberes (o tifinagh) presentes en todo el norte de África y en las islas Canarias, siendo sin embargo mucho más antigua. Mientras que los ejemplos más antiguos de tifinagh datan del siglo V a.C., la escritura ELA nos llevaría como mínimo a la Edad del Cobre, unos 2000 años antes por lo que podría afirmarse que sería la que dió origen al tifinagh. Eso o bien las dataciones que se han realizado en el Magreb son insuficientes o se han adelantado varios siglos y entonces habría que plantearse si es que el paradigma de que toda escritura procede del alfabeto fenicio ha dejado de ser válido y hemos de contemplar la protohistoria con otros ojos.

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