Escritura en una vasija de Los Millares ¿Un culto al dios afrasiático YAHU como divinidad solar?

Escritura en una vasija de Los Millares ¿Un culto al dios afrasiático YAHU como divinidad solar?

El experto epigrafista Georgeos Díaz-Montexano vuelve a sorprendernos con una hipótesis que puede revolucionar todo lo que sabemos acerca de la cultura calcolítica de Los Millares. Si hasta ahora se consideraba una sociedad ágrafa, a partir de ahora queda en evidencia la muy probable existencia de un lenguaje que podía ser la misma lengua afrasiática que se desarrolló en Oriente Medio hace más de 9.000 años, es decir, el idioma que da origen al Proto-Semita y a todas las lenguas semitas descendientes de esta familia, así como a las familias del los grupos Bereber, Egipcio, Etiópico, Omótico, Cushítico y Chádico. 

Según nuestro colaborador, la llegada de la lengua afrasiática a nuestra tierra se produciría en torno a hace 7.500 años, coincidiendo con la llegada de los primeros agricultores neolíticos desde Asia Menor y el Cercano Oriente. Este hecho podemos constatarlo por ejemplo en la expansión de la cerámica de tipo cardial, denominada así por la utiliación de conchas de berberechos llamados "Cardium" para realizar impresiones sobre ella. Esta cerámica ya presenta algunos patrones semejantes a la que después, más evolucionados, veremos en Los Millares.

Mapa de la expansión de la cerámica cardial (años antes del presente) desde Asia Menor

La cerámica cardial no sólo incluye a las decoraciones hechas con moluscos sino que abarca otras impresiones sencillas realizadas con técnicas como impresiones de dedos, o digitaciones y ungulaciones, cordones, etc., a veces se prefiere la denominación de cerámica impresa que encontramos también en el vaso u olla de la cueva de Tajos de Cacín, Alhama de Granada en la cual las impresiones han sido realizadas con un punzón.
En este caso la decoración lineal y geométrica propia del neolítico ya apunta hacia lo que posteriormente veremos en época calcolítica con un grado de perfección y detalle mucho mayor.

Olla cardial de Tajos de Cacín, Alhama de Granada. Fuente: Red Digital de Colecciones de Museos de España

En una de las ollas de cerámica más emblemáticas de la cultura calcolítica de Los Millares del tipo considerado como “vasija simbólica” por sus decoraciones y al parecer por haber sido creadas exclusivamente para un uso simbólico mágico-religioso ligado al contexto funerario hallamos una serie de signos lineales aparentemente dispuestos como bandas decorativas. Estos signos se corresponden con cinco signos del signario de la proto-Escritura Lineal Atlántica (ELA) que ya había compilado antes, en su mayor parte, entre 1994 y 1997. El signario ELA, a juzgar por los ejemplos más claros que Díaz-Montexano ha logrado identificar hasta la fecha, se usó durante el Calcolítico (quizá desde finales del Neolítico) en la Iberia Occidental y Meridional, y puede que durante el Bronce Temprano como muy tarde, pero en este caso, al parecer solo en algunos puntos del Noroeste de la península (principalmente Portugal y Galicia), donde estarían -digamos- las muestras de ELA más tardías de toda la península. En todos los casos en los que el investigador ha podido traducir algo con un mínimo de sentido de acuerdo al contexto, es decir, por contexto favorable, ha sido siempre con raíces afrasiáticas antiguas, es decir, con términos del Afrasiático reconstruido por los lingüistas (en la mayoría de los casos cuando se trata de evidencias neolíticas o calcolíticas tempranas) o bien con raíces de algunas de sus descendientes como el Proto-Bereber o el Proto-Semita (cuando se trata de calcolíticas tempranas o media).

Signario de la escritura Lineal Atlántica ELA, compilada por Georgeos Díaz-Montexano

Interpretación epigráfica de la vasija de Los Millares según Georgeos Díaz-Montexano basada en ELA (Escritura Lineal Atlántica)

A continuación resumimos las conclusiones del estudio epigráfico realizado por Díaz-Montexano sobre la olla/vasija de Los Millares, según él mismo expone:

"Observamos en una parte de la olla objeto de estudio una escena de claro significado solar donde vemos al menos un disco solar radiado que se eleva sobre un posible símbolo de montaña (motivo triangular punteado en su interior) mas pequeño y otro mayor a la derecha. Tanto a la izquierda como a la derecha se aprecia “bandas decorativas” compuestas a su vez por otras cuatro bandas, cintas o secciones horizontales dentro de las cuales hay un único signo que no se repite en las demás (en la zona derecha), mientras que en la zona izquierda, uno de los signos sí se repite y otro no está. Este “comportamiento” es consistente con el de un signario que codifica una mensaje grafico o escrito. Es decir, que la sección o zona de la derecha estaría codificando un mensaje (palabra, frase, texto), mientras que la sección de la izquierda estaría codificando otro que podría estar conectado directamente con el otro, o no. Son cuatro los signos que se pueden identificar mas claramente de acuerdo al signario de la protoescritura lineal atlántica (ELA) están escritos de arriba hacia abajo como escritura vertical (frecuente entre los casos conocidos hasta la fecha) y son los siguientes: Y H W N . En la sección o gran banda “decorativa” de la izquierda, de arriba hacia abajo, se aprecia la secuencia: YNWN, y en la sección “decorativa” de la derecha la secuencia: YHWNW."
De ahí el autor obtiene 4 posibles interpretaciones relacionadas con las lenguas afrasiáticas y con el culto a una divinidad suprema (YAHU, escrita YHW) de la cual derivaría el YAVEH (YHWH, el conocido tetragramatón) de los hebreos. En realidad la pronunciación YAVEH es moderna y la correcta sería YAHUH o YAHUAH como bien nos ha indicado Georgeos. 

Por otro lado nos parece reseñable que en la Biblia se encuentra la palabra YH, יָה (Yah) como abreviatura del nombre sagrado (Salmo 89:8) y en la expresión הַלְּלוּ יָה (hallelû Yah, ¡Aleluya!, ¡Alabemos a Yah!) en los Salmos 104:35​ y 150:1,6;​ y en Apocalipsis 19:1-6. Otra abreviatura es YHW, Yáhu, que se encuentra, por ejemplo, en los nombres de Isaías (Yesha'eyahu) y Jeremías (Yirmeyáhu).

Acerca del significado del nombre hay varias teorías, se trataría de una combinación de las formas de pasado (היה), presente (הוה) y futuro (יהיה) de la raíz del verbo ser, para indicar la eternidad de la existencia divina. De acuerdo con otros eruditos como Miller, Patrick D. The Religion of Ancient Israel, se trataría de la forma acusativa, estado imperfecto, del verbo hebreo havah (הָוָה, ‘respirar’, ‘existir’). Entonces Yahweh significaría: ‘ÉL, que HACE EXISTIR’. A pesar de todo, algunos han llegado a conjeturar que el nombre de Dios: YaHVeH, es una derivación del verbo hebreo hayah (הָיָה, ser) que se podría traducir en la parte donde se revela a Moisés como: «Yo seré el que seré».

El nombre de Yaveh (YHWH) en la Estela moabita de Mesha, museo del Louvre, París. La inscripción de 34 líneas, la más extensa recuperada del antiguo Moab, fue escrita en alfabeto paleohebreo. Fue erigida por Mesha, alrededor de 850 a. C., como un registro y recuerdo de sus victorias en su revuelta contra el Reino de Israel, que emprendió tras la muerte de su gobernante, Ahab

En los siguientes artículos Díaz-Montexano expone distintas evidencias relacionadas con el culto a una divinidad denominada YAHU en distintas partes de la geografía hispana basándose en la epigrafía y en el contexto favorable que proporcionan las representaciones pictóricas. Es destacable la posible relación entre la divinidad YAHU y la divinidad de las aguas y los terremotos que podriamos comparar con el griego Poseidón. En Galicia por ejemplo Georgeos describe la inscripción, acompañada de múltiples figuras de animales, de esta manera:

"...inscripción como el “Templo, Casa o Santuario del dios Yah (YHWH) Nez (El que Sacude o Causa Temblores”. El hecho de que el dios Yah (YHWH) sea representado con muchos animales diferentes a su alrededor, principalmente bóvidos (caballos, toros y ciervos), es algo que vemos también en la Cueva del Tajo de las Figuras en Cádiz, y es una manera de identificarlo como un Dios Creador. El Dios Creador de todos los animales y de la Vida misma. Por otra parte, el caballo y el toro (y el elefante en algunos contextos) eran los animales principales en el culto a Poseidón, y el mismo dios Yah (YHWH) es asociado en muchas referencias bíblicas con un toro joven y vigoroso y con el corcel o el caballo semental." 

En este sentido si recordamos la escena de Aarón y los hebreos adorando al "Becerro de oro" podemos inferir como sería el antiguo culto asociado a los tiempos premosaicos entre las tribus israelitas. 
 

Signos lineales ELTAR en la Cueva de Los Cabritos, Sierra de Las Villuercas, Ibores, Jara Berzocana (Cáceres). Foto: Victor Manuel Pizarro (http://ciudaddormida.blogspot.com.es)

Signos lineales ELTAR en mural rupestre de Outeiro dos Lameiros, A Ramallosa, Baiona. Fuente: Georgeos Díaz-Montexano (atlantidahistorica.com)

Para ahondar en este asunto Georgeos elaboró un estudio que toca los principales nombres relacionados con la divinidad desde el neolítico. Ante la pregunta de si existió alguna palabra para un "proto-dios universal", el investigador argumenta:

"Cuando surge el concepto de 'Dios' o 'Diosa' y de lo divino entre los humanos anatómicamente modernos, estos ya estaban bastante más evolucionados, se hallaban en los inicios del Neolítico y para entonces ya existían muchas familias de lenguas por casi toda la tierra y cada una de ellas llamó a la ‘divinidad’, ‘Diosa’ o ‘Dios’, de acuerdo a sus conceptos, ideas y raíces propias. Ninguna familia tomó el término de otra. De modo que, según las evidencias que nos proporciona la lingüística histórica comparada, nunca existió un mismo nombre para un supuesto "proto-dios universal"."

A continuación nos introduce de lleno en la historia: 
"Hace unos 16.000 años, en el Boreano (lengua que se supone fue hablada en casi toda Europa y Asia durante el Paleolítico Superior y el Mesolítico) no existe ningún término para 'Dios', solo para 'espíritu', la raíz reconstruida es CVNV, que también significaba 'sangre'..." 

No es extraña la relación entre el símbolo solar y la divinidad suprema pues como afirma Díaz-Montexano el Sol como tal es una de las manifestaciones más antiguas de divinidad encontradas hasta la fecha. Según Georgeos "hace unos 11 300 años surge el verdadero primer término para 'Dios', según aceptan los más importantes lingüistas especializados en lenguas afrasiáticas, por tanto, el más antiguo nombre para ‘Dios’ se halla entre los primigenios pueblos afrasiáticos mesolíticos Natufienses, los mismos que al parecer, poco después inventan la agricultura. Me refiero al Proto-Afrasiático: *raʕ- 'sol', 'Dios' (en egipcio: raw (pronunciado o ), el cual se estima que ya existe desde los inicios del idioma Proto-Afrasiático mismo, estimado este en unos 11.300 años."

Ya en el antiguo Egipto encontramos el culto al dios-sol Ra, considerado como el primer rey cuyos hijos fueron encargados del gobierno del país. Poco a poco se incrementó la influencia del culto de Ra hasta que evoluciona a un rol más amplio, ya no era sólo el dios solar, sino que adquiere una concepción más universal, siendo el creador y generador de todas las cosas, inclusive los otros dioses, considerándolos menores. Así las cosas, en el Imperio Nuevo, durante el reinado de Ajenatón se acaba imponiendo el primer culto monoteista de occidente en torno a Atón.

Estela en piedra caliza mostrando a Akenatón, Nefertiti y sus hijas, 1350 a. C. Arriba, el dios solar Atón

Vamos a prestar atención a un jeroglífico egipcio que nos ha llamado la atención al compararlo con los dibujos de soles y montañas que aparecen en la olla de Los Millares objeto de estudio. Se trata del denominado AJET o AKHET

Ajet (en la lista de Gardiner, N27) representa el lugar donde el sol sale o se pone entre dos colinas. Se le describe como la "Montaña con el sol naciente" y como un ideograma para "horizonte". También el horizonte, como lugar de transición para los dioses y los muertos.​ En los "Textos de las pirámides", a la antecámara de la pirámide se la asocia con Ajet como "El lugar de convertirse en Aj", el lugar donde el rey muerto sería transformado y renacido como el sol sobre el horizonte.​ Ajet aparece en el nombre egipcio de la gran pirámide de GuizaAjet Jufu y en el nombre asumido por el faraón Ajenatón y en la ciudad que construyó, Ajetatón. También aparece en el nombre de la forma sincretizada de Ra Horus, y Ra-Horajt ("Ra-Horus de los Horizontes").

De tal manera pudo tener relación la divinidad egipcia con la almeriense que incluso vemos el mismo tipo de relleno en forma de puntillado en la simbología de "montaña", tanto en la olla anterior como en este fragmento de vasija que vemos a la derecha. ¿Una prueba de la conexión cultural entre ambas orillas del Mediterráneo? ¿Quizás de una rica mitología?

El símbolo de Ajet o Akhet en el "antiguo papiro de Ani", British Museum

Fragmento de cuenco con decoración simbólica de soles y posibles montañas. Necrópolis: tumba XXI, Los Millares, Santa Fe de Mondújar, Almería. Fuente: Museo de Almería

Pero no hace falta que nos vayamos tan lejos. De hecho en el artículo anterior publicado en esta misma revista, Díaz-Montexano ya propuso  la existencia de un santuario de culto solar en la misma Rambla de Gérgal, Almería.
 
Que el culto solar era la norma durante el neolítico y el calcolítico en la península ibérica es algo bien conocido, principalmente debido a la clara orientación Este-Oeste de la gran mayoría de los santuarios megalíticos o necrópolis, incluyendo por supuesto a los tholos, la principal construcción funeraria de Los Millares.

Dolmen de Lácara, Extremadura, durante el equinocio de primavera. Foto de Anais Pascual

Recomendamos otros artículos en los que Díaz-Montexano elabora distintas hipótesis a partir del signario de la proto-Escritura Lineal Atlántica (ELA) y su relación con la familia de lenguas afrasiáticas. En la cueva de Navezuelas y en la Sierra de Montanchez en Extremadura podemos encontrar varias representaciones pictóricas y grabados que nos confirmarían esta teoría.

Signos ELA en pinturas rupestres de la cueva Navazuelas, Cáceres. Fuente: Georgeos Díaz-Montexano

Ya entrando de lleno en la Escritura Lineal Atlántica (ELA), las más importantes manifestaciones encontradas en Galicia y los dólmenes del suroeste ibérico aparecen perfectamente explicadas en la obra "Escrituras atlánticas. Ensayo sobre las escrituras lineales postpaleolíticas" en la que Díaz-Montexano hace un somero repaso de sus más destacados estudios aventurándose incluso en las escrituras fenicias y jeroglíficos egipcios que ha identificado en Galicia, confirmando a aquella como lo que ya se sabía, una tierra de paso frecuentada por comerciantes y marinos durante la edad del bronce, incluso puede que mucho antes.
No es para menos ya que las tierras Gallegas y Portugal cuentan con una enorme cantidad de petroglifos, grabados en piedra cuya simbología, en particular la caracterizada por círculos concéntricos, se repite en casi toda la costa atlántica. Ello ha permitido intepretar los textos de ELA gracias al contexto favorable que ofrecen dichas representaciones.
Queda bastante claro que la existencia de la escritura ELA y su ubicación no son ninguna casualidad. Tal y como el experto nos señala "Los Turdetanos (descendientes de los Tartessios), según Estrabón, «son reputados como los más sabios (Σοφώτατοι) entre todos los de Iberia; poseen gramática, y libros con antiguas memorias (παλαιᾶς μνήμης), poemas y leyes métricas de seis mil años de antigüedad, según dicen. Los otros íberos tienen también gramática, aunque no de igual forma, ni hablan la misma lengua…»".

Este argumento y otros más los defiende el autor en el siguiente artículo titulado "LA GRAN ANTIGÜEDAD DE LA ESCRITURA EN IBERIA. Los más antiguos Libros de Historia y Poesía, y las más antiguas Leyes de la humanidad".

El historiador greco-romano Estrabón, conocido por su obra "Geografía". Fuente: akropolis.es

No queremos dejar pasar la ocasión sin referirnos nuevamente a la cultura calcolítica del Vaso Campaniforme cuyas manifestaciones más antiguas se encuentran en Portugal (Zambujal y Vila Nova de São Pedro) y Andalucía (Carmona) en torno al 2.900 y el 2.500 a.C. Este fenómeno acaba alcanzando grandes extensiones del continente europeo y nos lleva a pensar si supuso el florecimiento del comercio o más bien se trató de migraciones o expansiones militares.
Otras cuestiones quedan en el aire, ¿supuso esta expansión cultural la existencia de un lenguaje común? ¿como pudo expandirse a lugares tan alejados como las Islas Británicas sin un gran desarrollo de la navegación?

Quizás la respuesta esté, como bien dice Georgeos en la similitud de la expansión del megalitismo con la del vaso campaniforme. En ambos casos las dataciones más antiguas proceden del suroeste de la península ibérica y en ambos casos se observa el mismo patrón de difusión. ¿Es posible que estemos hablando entonces de la misma cultura Atlante-Atlántica que daría lugar a la leyenda platónica? El tiempo y los recientes estudios genéticos parecen dar la razón a las tesis de nuestro experto colaborador. 

Guerrero calcolítico campaniforme - Fuente: Luis Pascual Repiso et alii.

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