Ello nos da una idea de la grandeza e importancia que debió de tener la Edad de Bronce en la Península Ibérica, siendo el periodo en el que se fecha el tesoro (siglos XIII-X a.C.) uno de los menos conocidos, justo después de la misteriosa desaparición de la cultura argárica fechada en torno al 1550 a.C.
Pero su valor no reside solamente en la enorme cantidad de oro que lo compone. Hubo un tiempo en que el hierro, cuyo proceso de fabricación aún no estaba desarrollado, llegó a ser más valioso incluso que el oro. Su origen, el hierro meteórico, venido de más allá de nuestro planeta y cuya importancia quedó reflejada en el tesoro del mismísimo Tutankhamon.
En el siguiente artículo del diario ABC se analiza el estudio, publicado en la revista 'Trabajos de Prehistoria' (que os enlazamos a continuación) por el conservador Salvador Rovira-Llorens, la experta de la Diriyah Gate Development Authority (Arabia Saudí) Martina Renzi e Ignacio Montero-Ruiz, del Instituto de Historia del CSIC, el cual implicaría que el Tesoro de Villena pudo elaborarse antes de la producción generalizada de hierro terrestre.
Ver el artículo original: abc.es
Semiesfera hueca ¿casco? de hierro recubierto de láminas de oro. Se puede observar como la corrosión del hierro ha cubierto y deformado algunas láminas de oro. Fotografía Museo de Villena (Alicante). Sin escala, diámetro máximo 4,5 cm. -
Brazalete de hierro. Fotografía Museo de Villena (Alicante). Sin escala, diámetro máximo 8,5 cm.
Nuevos análisis vienen a resolver esta controversia porque apuntan a que tanto la semiesfera hueca de hierro recubierto de láminas de oro como el brazalete o anilla abierta fueron elaborados con hierro extraterrestre procedente de algún meteorito, como la daga de Tutankamón o el hacha de Ugarit (Siria, 1400 a.C.).
El estudio, publicado en la revista 'Trabajos de Prehistoria' por el conservador Salvador Rovira-Llorens, la experta de la Diriyah Gate Development Authority (Arabia Saudí) Martina Renzi e Ignacio Montero-Ruiz, del Instituto de Historia del CSIC, implica que el Tesoro de Villena pudo elaborarse antes de la producción generalizada de hierro terrestre.
«Serían de momento las dos primeras piezas atribuibles a hierro meteorítico en la península ibérica«, subrayan los investigadores en su artículo '¿Hierro meteorítico en el Tesoro de Villena?'.
En el hierro meteorítico se detecta una composición de níquel que suele ser superior al 5% en peso, mientras que en el hierro terrestre, obtenido por reducción de los minerales del manto de la corteza, los niveles de níquel son muy bajas y frecuentemente no se detectan en los análisis.